Las elecciones pasaron, los fraudes se controlaron, las elecciones terminarón y Cocoa se quedó llorando.
Así es como podríamos empezar a hablar sobre este tema: La impresión de Cocoa ante unas elecciones perdidas, a pesar del gran apoyo (ilegal) que tuvo por parte del gobierno federal. Los constantes desfiles de funcionarios federales por tierras michoacanas, las toneladas de cemento que se regalaban a la gente, la muerte de sus funcioanrios panistas, la intervención de múltiples secretarías de estado, las amenazas a trabajadores para votar por esta persona, NADA les fue suficiente. Perdieron.
Mas que perder las elecciones de Michoacán, el PAN se ha dado cuenta que están próximos a perder la presidencia, cosa que no quieren permitir. Como ya lo habíamos mencionado antes aquí, Michoacán era un laboratorio para las elecciones presidenciales del 2012. Ni con todo el poder federal se pudo ganar una elección estatal.
El día de las elecciones, Cocoa se anunció como ganadora. No creía posible perder después de tanto fraude. No estaba dentro de las posibilidades. Por su parte, Silvano Aureoles, el candidato más apagado, estaba consiente de su realidad y en sus declaraciones pronunció «…estamos en empate técnico con Fausto Vallejo», él no llegó al cinismo de declararse ganador.
La realidad es que Fausto Vallejo fue el victorioso y tarde o temprano tendrán que aceptarlo los Calderón, por el bien de Michoacán. Y de la misma manera, el PAN tendrá que aceptar su próxima derrota presidencial.