José María Morelos y Pavón. Icono de Michoacán, símbolo de México.

¿Qué más se puede decir de un personaje como José María Morelos y Pavón que no sea ya conocido? Sería redundante relatar una biografía de este héroe nacional, pues sus hechos y actos son por demás conocidos. Sin embargo, particularmente para el estado de Michoacán, José María Morelos es más que un símbolo; es el recordatorio constante de la lucha diaria y la preservación de los ideales, del humanismo y la búsqueda de la libertad, características que hoy en día se hacen presentes en la forma de ser de los habitantes del estado.

Este sacerdote, quien fue el artífice de la segunda etapa de la Guerra de Independencia (1811-1815) nació en la antigua Valladolid (hoy Morelia) en el año de 1765, y desde los inicios de su vida comenzó a destacarse por su rebeldía y su pasión por el trabajo, lo cual lo llevó a desempeñar diversos oficios como carpintero, atajador, arriero y vaquero, tras lo cual y poco después, decidió integrarse al sacerdocio y profundizar sus estudios de gramática.

Tras el estallido de la Guerra de Independencia en 1810, Morelos comenzó a participar activamente en dicha rebelión, y comenzó a movilizarse en las zonas de Morelos, Michoacán y Guerrero para conseguir armas y reclutar gente. Tras la muerte de Miguel Hidalgo, Morelos fue reconocido como el líder de la insurgencia, llevando a cabo importantes acciones como la Toma de Cuautla y la Batalla de Acapulco, los cuales constituyen pasajes muy importantes dentro de la guerra por la independencia nacional.

José María Morelos y Pavón fue fusilado en 1815 cerca de Ecatepec bajo cargos de subversión, y actualmente sus restos descansan en la Columna de la Independencia, en la Ciudad de México.

Morelos nos ha dejado un gran legado a los michoacanos, y ese es el de la firmeza ante las dificultades diarias, y la perseverancia para sobreponerse a cualquier obstáculo. Hoy nuestro estado vive momentos difíciles, no olvidemos la grandeza de este héroe, y luchemos por tener presentes sus ideales en nuestra vida cotidiana. Luchemos por Michoacán.